El sueño de lo quieto
En mayo de 2015 viajamos con Leonello Zambon a Cuba para participar en la duodécima Bienal de La Habana. Esta serie de 7 videos registra parte de la instalación en el Centro de Desarrollo de las Artes. Los textos que reproducimos aquí abajo no describen cada video, sino que forman parte del diario de viaje que escribimos en aquella ocasión.
5 de mayo 2015
Completamos el peso de dos valijas de 32 kg cada una con dispositivos, cables, parlantes, amplificadores, pequeños motores, herramientas y algunas cajas (etiquetadas como basura) que contenían los deshechos surgidos de la construcción de algunos mecanismos en Buenos Aires. Con este cargamento subimos al avión.
7 de mayo 2015
Llegamos al Centro de Desarrollo de las Artes con la idea de ponernos a trabajar de inmediato. Pero ¿en qué? Nos acompañaron por las escaleras empinadas hasta el último piso, dónde se encuentra la Galería Polivalente, el espacio en el que trabajaríamos las semanas siguientes. Conocíamos el lugar por videos que había filmado Sebastián. Él se había reunido allí con Margarita unos meses atrás, cuando viajó a Cuba para montar una serie de laboratorios de exploración sonora en el ISA. La sala estaba cubierta de polvillo, había algunos muebles de oficina apilados, restos de comida (un pan seco y varios huesos pequeños), unos jeans gastados y cortados, guantes de látex, clavos, tornillos, fichas técnicas de muestras anteriores, unas rejas que pertenecían a una de las ventanas perimetrales, una escoba fabricada con una rama, un pequeño dibujo a lápiz junto a otra ventana, un hueco irregular en una de las paredes cercanas a la puerta de acceso. El sitio parecía haber permanecido cerrado y sin uso por varios meses. Estas acumulaciones olvidadas y descartadas eran a su vez una suerte de bitácora fragmentada de los trabajos y los usos que habían tenido lugar en la sala.El resto del edificio estaba siendo acondicionado para la ocasión. Espacios pintados de blanco. Restauración de puertas, ventanas y postigos de madera. Colocación de placas de yeso. El movimiento de reconstrucción generaba gran cantidad de excedentes y residuos, esparcidos por las salas y circulaciones. Montañas de aserrín y restos de placas de yeso por el piso. Piezas de madera. Fragmentos de ventanas.
En mayo de 2015 viajamos con Leonello Zambon a Cuba para participar en la duodécima Bienal de La Habana. Esta serie de 7 videos registra parte de la instalación en el Centro de Desarrollo de las Artes. Los textos que reproducimos aquí abajo no describen cada video, sino que forman parte del diario de viaje que escribimos en aquella ocasión.
5 de mayo 2015
Completamos el peso de dos valijas de 32 kg cada una con dispositivos, cables, parlantes, amplificadores, pequeños motores, herramientas y algunas cajas (etiquetadas como basura) que contenían los deshechos surgidos de la construcción de algunos mecanismos en Buenos Aires. Con este cargamento subimos al avión.
7 de mayo 2015
Llegamos al Centro de Desarrollo de las Artes con la idea de ponernos a trabajar de inmediato. Pero ¿en qué? Nos acompañaron por las escaleras empinadas hasta el último piso, dónde se encuentra la Galería Polivalente, el espacio en el que trabajaríamos las semanas siguientes. Conocíamos el lugar por videos que había filmado Sebastián. Él se había reunido allí con Margarita unos meses atrás, cuando viajó a Cuba para montar una serie de laboratorios de exploración sonora en el ISA. La sala estaba cubierta de polvillo, había algunos muebles de oficina apilados, restos de comida (un pan seco y varios huesos pequeños), unos jeans gastados y cortados, guantes de látex, clavos, tornillos, fichas técnicas de muestras anteriores, unas rejas que pertenecían a una de las ventanas perimetrales, una escoba fabricada con una rama, un pequeño dibujo a lápiz junto a otra ventana, un hueco irregular en una de las paredes cercanas a la puerta de acceso. El sitio parecía haber permanecido cerrado y sin uso por varios meses. Estas acumulaciones olvidadas y descartadas eran a su vez una suerte de bitácora fragmentada de los trabajos y los usos que habían tenido lugar en la sala.El resto del edificio estaba siendo acondicionado para la ocasión. Espacios pintados de blanco. Restauración de puertas, ventanas y postigos de madera. Colocación de placas de yeso. El movimiento de reconstrucción generaba gran cantidad de excedentes y residuos, esparcidos por las salas y circulaciones. Montañas de aserrín y restos de placas de yeso por el piso. Piezas de madera. Fragmentos de ventanas.